¿Qué es la salud sexual y por qué es importante?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado una visión integral y positiva de la salud a lo largo de los años. Ya en 1947, la OMS estableció que la salud no era simplemente la ausencia de enfermedad, sino un «estado de bienestar físico, mental y social completo».
Avanzando en su perspectiva, la OMS amplió este concepto en 1975 para incluir la salud sexual como un componente esencial del bienestar individual. En aquel momento, la salud sexual se definió como «la integración de los aspectos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser humano sexual, de maneras que sean enriquecedoras y realcen la personalidad, la comunicación y el amor».
Además, la OMS identificó tres pilares fundamentales para la consecución de la salud sexual:
- La capacidad de experimentar una actividad sexual placentera que esté en armonía con la ética personal y social.
- El ejercicio de la sexualidad sin la presencia de miedos, vergüenzas, culpas o mitos. Es decir, sin que factores psicológicos o sociales obstaculicen las relaciones sexuales.
- El desarrollo de una actividad sexual libre de trastornos orgánicos, enfermedades o alteraciones que puedan impedirla.
¿Qué mejora la satisfacción sexual en la relación de pareja?
Los distintos estudios realizados sobre la sexualidad en pareja revelan una fuerte conexión entre diversos factores y la satisfacción sexual. Entender estos elementos es crucial para mejorar la intimidad y el bienestar.
Cómo influye la comunicación en el bienestar sexual en pareja
Diferentes estudios han demostrado que la capacidad de comprender y satisfacer las necesidades de la pareja se encuentra estrechamente vinculada con una mayor plenitud sexual. Igualmente, la asertividad sexual entre los miembros de la pareja se vincula con un incremento en la satisfacción mutua. Una comunicación efectiva y abierta en la relación también contribuye significativamente a una experiencia sexual más gratificante.
La calidad del vínculo en la relación de pareja y su impacto en la sexualidad
Existe una sólida evidencia de que la satisfacción sexual está intrínsecamente ligada a la calidad, estabilidad y satisfacción general en la relación de pareja. Además, las relaciones estables, duraderas y basadas en la exclusividad suelen relacionarse con mayores niveles de satisfacción sexual. A su vez, se ha observado que aquellos que van a terapia de pareja por diferentes razones, a menudo, experimentan una mejora en su vida sexual.
Prácticas sexuales: Frecuencia y variedad
Múltiples investigaciones han revelado una asociación positiva entre la satisfacción sexual y ciertas características de las prácticas sexuales. Esto incluye una mayor frecuencia de los encuentros sexuales, una mayor regularidad en la consecución del orgasmo, una distribución equilibrada de la iniciativa y una mayor variedad en las prácticas sexuales.
Comprender y aplicar estos aspectos puede ayudar a las parejas a fomentar una vida sexual más satisfactoria y enriquecedora.
Disfunción sexual. ¿Cuándo buscar ayuda y qué saber?
A menudo, el área de la salud sexual presenta dificultades para definir qué se considera normativo o no normativo. Esto ocurre. por ejemplo. con diagnósticos como el trastorno de deseo sexual hipoactivo o las parafilias. Como señala Bellock, no existen puntos de referencia externos que nos permitan establecer umbrales claros. Las percepciones de problemas de carácter sexual están, en gran medida, influenciadas por el entorno sociocultural del individuo y su propia perspectiva personal. Los marcos diagnósticos actuales valoran principalmente la normalidad o anormalidad de la conducta sexual basándose en el malestar que la persona experimenta en relación con esas conductas, o el malestar que estas conductas sexuales provocan en otras personas.
En conclusión, un trastorno sexual se manifiesta como una vivencia personal de incomodidad vinculada a facetas de la propia sexualidad, o bien a través de conductas sexuales que generan malestar en otras personas.
A partir de ahí, cuando la persona o pareja vivencian esta área con algún tipo de molestia que no saben resolver, podría resultar recomendable consultar con un profesional.
Cabe señalar, que la función sexual es el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos, socioculturales, psicológicos e interpersonales. Esto significa que, debemos entender las causas de los problemas sexuales como diversas y multifactoriales.
Para establecer un diagnóstico de disfunción sexual, es imprescindible descartar otras explicaciones. Esto incluye asegurarse de que las dificultades no se deban a un trastorno mental no sexual (por ejemplo si la persona está atravesando una Depresión); los efectos de sustancias (como medicamentos o drogas); una afección médica (por ejemplo, una lesión de nervios pélvicos); un conflicto significativo en la relación (por ejemplo, constantes discusiones); violencia de pareja o otros factores de estrés psicológico (por ejemplo, problemas laborales). Buscar ayuda profesional para problemas sexuales es el primer paso para un diagnóstico preciso y un trabajo dirigido a recuperar el bienestar en esta área.
En Psicólogos Aldama, nuestro Centro de Psicología en Bilbao, contamos con el servicio de sexología para ayudarte con cualquier dificultad sexual que te afecte, ya sea a ti individualmente o a tu relación de pareja.