Una ruptura de pareja es mucho más que el fin de una relación; es una tormenta emocional que puede sacudir los cimientos de nuestra vida. Si estás experimentando el dolor de una separación, es probable que te sientas abrumado por un torbellino de emociones y sensaciones que, a menudo, nos hacen cuestionar si lo que sentimos es «normal». A través de este texto intentaremos servir de guía para entender el duelo por ruptura, explorando sus síntomas comunes, las seis fases clave que lo componen, y cómo el apoyo psicológico puede ser fundamental para gestionar el dolor y reconstruir el bienestar.
¿Cómo se siente la persona que atraviesa un duelo por ruptura?
Cuando una persona está transitando por el dolor de una ruptura en pareja, puede sentir un abanico amplio de incómodos síntomas. Cabe señalar, que es muy característico una intensidad muy elevada de éstos, sobre todo en el inicio. En ocasiones, las personas o su entorno se asustan, pensando que pueden haber desarrollado una depresión o un trastorno de ansiedad. Lo cierto es que, la sintomatología presente en el duelo afectivo está incluida en estos trastornos, sin embargo, no es indicador de que se hayan desarrollado. Por ello, es importante acudir a un psicólogo que pueda evaluar adecuadamente el caso en concreto.
Algunas de las manifestaciones más comunes presentes en el duelo afectivo son las siguientes:
- Tristeza profunda: Una pena abrumadora.
- Desamparo: Sentirse completamente solo y desprotegido.
- Sensación de irrealidad: No poder asimilar lo ocurrido, sintiendo que es irreal.
- Autoculpabilización: Atribuirse la responsabilidad de lo sucedido (autorreproche). «¿Qué hice mal para que esto pasara?» es una pregunta recurrente.
- Sentimientos de insuficiencia: Creer que no somos capaces de superar la situación o de funcionar solos (pensamientos de incapacidad, inseguridad en sí mismo). Puedes pensar: «No puedo hacer esto sin esa persona».
- Celos: Pueden surgir celos hacia una nueva pareja o hacia la vida que esa persona podría llevar. A su vez, se pueden sentir celos por relaciones de pareja que sí se mantienen en su entorno.
- Reacciones psicosomáticas: Manifestaciones físicas de estrés emocional, como dolores de cabeza o problemas digestivos.
- Cansancio extremo: Una sensación de agotamiento profundo, como si no tuviéramos energía para nada.
- Enfado e ira: Una fuerte irritación o rabia, que puede dirigirse hacia la situación, hacia otros o incluso hacia la persona ausente.
- Ansiedad y angustia: Una inquietud constante, nerviosismo y una sensación de opresión.
- Aumento del consumo de sustancias: Recurrir al alcohol, tabaco u otras drogas como un mecanismo de afrontamiento del dolor.
Fases del duelo por ruptura de pareja
Los expertos Gullo y Church proponen un modelo de seis fases para comprender el viaje emocional que se experimenta tras una ruptura en pareja. Transitar por este camino tiene un a función adaptativa, ya que, permite elaborar la pérdida. Cabe señalar, que no todas las personas atraviesan las mismas fases, y que se transita de manera única por cada individuo, variando en duración, intensidad y orden.
1. Impacto Inicial (Fase de Shock)
Esta fase se caracteriza por la incredulidad y una profunda desorientación, como si la realidad se desdibujara y el mundo conocido se desmoronara. Es un bloqueo emocional repentino donde la persona puede verse paralizada y sin capacidad de asimilación y reacción a la pérdida.
2. Tristeza
Aquí domina la tristeza profunda por la pérdida experimentada. Hay que entender que tras una ruptura la persona vive la pérdida de la persona a la que quiere, de su día a día compartido, la pérdida de su proyecto de vida en común, etc. Esta etapa es muy dolorosa y es la que más habitualmente se asocia al duelo afectivo.
3. Búsqueda de Culpa
En esta fase, surge una necesidad imperiosa de encontrar un porqué, de entender la causa de la ruptura. Las preguntas «¿Y si hubiera hecho esto…?» o «¿Si no hubiera pasado aquello…?» son constantes. La responsabilidad puede recaer en un tercero, en el trabajo, la familia, problemas de salud o financieros, entre un sinfín de posibilidades.
4. Resignación
Esta etapa se caracteriza por la asimilación de que la relación ha llegado a su fin. La persona acepta que su pareja ya no estará en su vida, o al menos, no en la forma en la que estaba anteriormente.
5. Reconstrucción Personal
En esta fase, la persona asume un rol activo en la elaboración de su nueva vida. Es decir, comienza la adaptación a sus nuevas circunstancias, por ejemplo, las de vivienda o las económicas.
6. La Resolución e Integración
En esta última etapa, se acepta el dolor y se redescubre el sentido de la vida. La persona entiende que es dueña de su camino, y que su felicidad no depende de continuar con esa relación.
¿Cómo me ayudar ir al psicólogo tras una ruptura de pareja?
En nuestro centro de Psicología, Psicólogos Aldama, nuestro propósito primordial es acompañarte a incrementar la aceptación de la realidad de la separación, ayudarte a gestionar y entender las emociones manifestadas y las latentes, facilitar la superación de los diversos obstáculos para readaptarte después de la ruptura, incentivarte a despedirte adecuadamente de esa etapa y a sentirte cómodo al retomar tu vida plenamente.
A su vez, la terapia psicológica es un espacio donde se validan las emociones y se aporta un espacio seguro a la persona para que pueda expresarlas con libertad y sin juicios.
Los propósitos de nuestra intervención para quienes atraviesan un duelo por ruptura podrían resumirse en cinco puntos clave:
- Potenciar tu calidad de vida personal.
- Reducir el aislamiento social que puedas sentir.
- Elevar tu autoestima y valía personal.
- Atenuar el estrés y la angustia emocional.
- Optimizar tu salud mental (prevención de patologías como la depresión o la ansiedad).
5 Preguntas frecuentes ante la ruptura de una relación
- ¿Hay características personales que me hacen ser más vulnerable a pasar por un duelo afectivo en mi ruptura? No, todo el mundo es susceptible de atravesar un duelo por ruptura de una relación.
- ¿La duración de la relación influye en que aparezca un duelo o este sea más o menos intenso? No, la duración de la relación no es una variable determinante en la intensidad de los síntomas.
- No supero la ruptura de mi pareja, pero ya ha pasado un año ¿Es normal que dure tanto? Para evaluar si se trata de un duelo patológico habría que explorar otros aspectos. La duración del duelo no es un criterio único para valorar si la persona padece un duelo patológico o no. Cada uno necesita su tiempo para elaborar de manera sana la pérdida.
- Si siento que no puedo afrontar la vida sin esa persona ¿Significa que tenía dependencia emocional hacia él o ella? No necesariamente. Hay síntomas naturales del duelo que llevan a la persona a verse incapaz de continuar con su vida sin su pareja. Sin embargo, hay que evaluar el caso concreto de cada paciente.
- ¿Es raro no sentir tristeza tras la ruptura? No necesariamente. Podrías estar atravesando una fase del duelo que no se acompaña de tristeza, o incluso, hay rupturas que pueden ser liberadoras dadas las características de la relación.
Bibliografía