Si quieres saber cómo curar el insomnio, es fundamental identificar los factores causales para ofrecer un tratamiento adecuado a este problema.
Detrás de un problema de insomnio puede haber una persona con una elevada preocupación en cuanto al dormir (lo cual le dificulta el sueño), un trastorno depresivo, hábitos incorrectos, estrés elevado, una enfermedad orgánica (ej. Alzheimer) …
Por ello, el primer paso es identificar qué está generando el problema del sueño y solo a partir de ahí podemos ayudar al paciente.
Sin embargo, dentro de la complejidad del tratamiento (ya que deberá adaptarse a cada caso), hay unas pautas básicas que facilitan de manera general el buen descanso y que es importante tener en cuenta. Son las pautas de higiene de sueño.
Las pautas de higiene de sueño son un conjunto de variables que facilitan que las personas tengan un sueño nocturno de calidad. A continuación, se indicarán 8 de ellas:
- Horarios regulares: Es importante tratar de irse a la cama y levantarse en torno a la misma hora todos los días.
- Condiciones del dormitorio: temperatura de la habitación entre fresca y templada (el calor dificulta dormir) y con la persiana bajada para que no entre estimulación lumínica de las farolas de la calle o cuando amanezca.
- No hacer cenas copiosas, ni irse a la cama sin cenar.
- A partir de las 17h evitar bebidas estimulantes como refrescos, café, té…Evitar el alcohol, ya que, a pesar de ser una droga sedante, altera la arquitectura del sueño y tiende a fraccionarlo. Moderar el consumo de chocolate y alimentos azucarados 4 horas antes de acostarse ya que actúan como estimulantes en el cerebro.
- Si se echa siesta no debe exceder los 30 minutos, ya que compromete el sueño nocturno.
- 2 horas antes de irse a la cama apagar el teléfono móvil y en ningún caso irse a la cama con él. Antes de dormir es muy recomendable la lectura para ayudarnos a conciliar el sueño.
- Práctica regular de ejercicio físico, pero nunca justo antes de meterse en la cama ya que genera activación y dificulta la conciliación del sueño.
- Crear una serie de hábitos que nos ayuden a relajarnos unas horas antes de meternos en la cama para así ir preparando al cerebro para ese momento.
Cuestiones que debemos tratar de evitar son: Dejar para el último momento del día ese conflicto que quiero hablar con mi pareja, pensar en aquel problema del trabajo para el que quiero tratar de buscar una solución, conversaciones que me enfadan o me preocupan, entrar en redes sociales, jugar a videojuegos, etc.
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¿Benzodiacepinas para curar el problema de insomnio?
De acuerdo a la Academia Americana de Medicina del Sueño, diferentes estudios y metaanálisis, así como guías de tratamiento europeas, el tratamiento que cuenta con mayor eficacia para la problemática de insomnio crónico en población adulta es la Terapia cognitivo-conductual.
Señalan a su vez que el tratamiento farmacológico deberá pautarse solo en aquellos casos en los que la TCC no pueda llevarse a cabo o no sea efectiva en determinado paciente en concreto.
Sin embargo, el consumo de benzodiacepinas como tratamiento para el insomnio sigue creciendo.
¿Qué riesgos tiene esto para los pacientes?
No ha demostrado la evidencia suficiente para ser considerado tratamiento de elección para el insomnio, por lo que muchos pacientes no están recibiendo la intervención correcta.
Otro riesgo, es que puede provocar múltiples efectos secundarios, entre los cuales se incluyen:
- Alto riesgo de abuso y dependencia.
- Desarrollo de tolerancia, por lo que se van necesitando dosis superiores de la sustancia para un mismo efecto.
- Afectan a la arquitectura del sueño, disminuyendo las fases de descanso cerebral.
En caso de necesitar pautar un tratamiento con benzodiacepinas, éste no debería extenderse más de 3 meses por los riesgos que conlleva. Recientemente se ha identificado que tomar estos fármacos durante años aumenta hasta un 51% el riesgo de padecer Alzheimer.