La ortorexia se refiere a la preocupación obsesiva por la ingestión de alimentos sanos, lo que desencadena en consecuencias adversas para la persona. Fue el Dr. Steven Bratman la persona que introdujo este término en su libro «Health Food Junkies”.
Las personas tienden a excluir de su dieta aquellos alimentos que no sean saludables, ecológicos y que no estén libres de contaminantes. Cuidan no comer frutas y verduras cultivadas con productos químicos, carne, alimentos grasos…
¿Tengo ortorexia?
Estos son los Indicadores propuestos por Bratman, que pueden orientar a la hora de evaluar si una persona padece ortorexia nerviosa:
- ¿Piensa más de 3 horas diarias en la dieta sana?
- ¿Se preocupa más de la calidad de los alimentos que del placer de comerlos?
- ¿Se siente culpable cuando se salta sus convicciones dietéticas?
- ¿Su forma de comer le aísla socialmente?
- ¿Aumenta su autoestima cuando come sano y le decepcionan las personas que no lo hacen?
- ¿Cada vez es más estricto consigo mismo?
- ¿Planea lo que comerá al día siguiente?
- ¿Según aumenta la calidad de su dieta disminuye su calidad de vida?
- ¿Hace sacrificios para comer lo que considera correcto?
- ¿Cuando come correcto se siente tranquilo?
¿Por qué la ortorexia se convierte en perjudicial?
Orientarnos hacia el consumo de alimentos saludables aporta innumerables beneficios para nuestra salud y calidad de vida. El problema comienza cuando llegamos al exceso y nos alejamos de una relación sana con la comida, haciendo que la alimentación se convierta en el centro de nuestra vida.
Es necesario separar y distinguir bien entre preocuparse de manera racional y obsesionarse por llevar una alimentación sana. La primera no implica una interferencia en la vida de la persona, la obsesión en cambio sí.
En este tipo de alteraciones alimentarias, se encuentran pensamientos y preocupaciones en torno a la idoneidad de los alimentos, que se manifiestan de forma intrusiva y recurrente a lo largo del día.
La ortorexia daña el bienestar emocional, produciendo problemas psicológicos en las personas que lo sufren; el paciente llega en ocasiones al aislamiento social, rechazando planes que impliquen comer alimentos “prohibidos”.
Desde Centro Psicológico Aldama te invitamos a contactar con nosotros para ayudarte con este o cualquier otro tema del que necesites ayuda.