Historia de la Hipocondría
La palabra hipocondría tiene su origen en el término griego hypocondros (debajo del cartílago). Los griegos, hablaban de la hipocondría como una enfermedad en las vísceras situadas debajo del cartílago.
Emplearon este término, ya que, muchos enfermos referían sentir molestias en esa zona en concreto.
Más tarde, con la llegada de los manuales diagnósticos, la hipocondría ha sufrido diversas variaciones.
Al comienzo, no era un trastorno consolidado en el DSM. De hecho, el DSM1 lo retiró de su clasificación y fue en el DSM2 cuando volvió a incluirse. Más adelante, tuvo modificaciones en su descripción, es decir, en lo que se consideraba que era un trastorno por hipocondría. De hecho, en las dos últimas revisiones del manual, se continúan identificando cambios sustanciales en la descripción del trastorno.
Descripción de la hipocondría
Las personas que sufren esta problemática muestran una preocupación por padecer o llegar a contraer una grave enfermedad.
En general, no existen síntomas relacionados con una enfermedad, pero, si los hubiera éstos son leves. No obstante, es posible que exista una condición médica real que preocupe a la persona. Sin embargo, la preocupación ha de ser excesiva o desproporcionada.
La persona responde con elevada ansiedad ante cualquier información o síntoma relacionado con su salud.
Muestra un exceso de conductas de preocupación por la salud, o bien, realiza conductas evitativas de cuidado de la salud. Por ejemplo, puede incidir en constantes comprobaciones por si detecta algún signo de enfermedad en su cuerpo, o bien, evitar ir al médico de manera persistente, lo cual, puede suponer un problema.
Origen del problema
Son muchos los autores que han investigado acerca de la etiología de la hipocondría. Por lo tanto, son muchas las teorías existentes en la actualidad que tratan de explicar cómo se genera esta problemática. De entre todas ellas, expondremos la de los autores Warwick y Salkovskis, ya que, consideramos es la que más se acerca a la realidad clínica.
Las personas que desarrollan este problema han tenido experiencias tempranas con la enfermedad. Por ejemplo, un familiar cercano murió de un cáncer muy agresivo, una amistad sufrió una negligencia médica, ante cualquier síntoma los padres le llevaban al médico mostrando elevada preocupación, etc.
A partir de ahí, la persona va elaborando unas creencias desajustadas acerca de la salud y enfermedad. Es decir, puede desarrollar la creencia de que cualquier molestia corporal debe atenderse con urgencia. O bien, ante un problema de salud lo más coherente es esperar que esté ocurriendo algo grave, entre otros supuestos.
De repente, aparece en la persona un síntoma relacionado con la salud, el cual, activa las creencias desajustadas. A partir de ahí, la persona comienza a percibir pensamientos intrusivos de tinte catastrofista referidos a su salud. A su vez, empieza a destinar una mayor atención a las sensaciones corporales, información sobre enfermedades, etc. Todo ello, desencadena en un estado de ansiedad sobre su salud.
Bibliografía
Para obtener más información sobre la hipocondría, puedes consultar el artículo de Warwick y Salkovskis en ScienceDirect:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/000579679090023C