¿Qué es la experiencia óptima o fluir?
Mihály Csíkszentmihályi se interesó en identificar las variables que hacen a las personas experimentar placer a partir de la realización de una tarea. En un inicio, estudió a cientos de personas que consideraba expertas en el disfrute a través de las actividades que realizaban. Para ello, analizó a bailarines, montañeros, jugadores de fútbol… Más adelante, amplió su estudio a muestras más variadas, incluyendo trabajadores especializados, personas que pasaban su tiempo viendo televisión en casa, estudiantes, personas de la tercera edad. A pesar de las diferencias existentes entre la muestra estudiada, el autor encontró que la esencia del placer se relacionaba con lo que llamó la experiencia óptima (fluir o flow).
El flow es un estado de concentración total en el que la persona se sumerge por completo en una actividad. Durante este estado, las acciones se realizan con naturalidad y sin esfuerzo, mientras toda la atención se centra en una tarea que representa un desafío alineado con las habilidades actuales del individuo. Este estado de fluidez resulta tan gratificante que las personas suelen repetir la actividad con el propósito de revivirlo.
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Equilibrio entre dificultad y habilidad para lograr satisfacción y motivación plena
La experiencia de fluir, se alcanza al enfrentar una tarea desafiante, la cual, demanda enfoque, compromiso y el empleo de habilidades concretas, generando satisfacción en la persona al ponerlas en práctica.
El mayor nivel de satisfacción ocurre cuando los retos de la tarea se ajustan perfectamente con las competencias y habilidades del ejecutante. En otras palabras, el flujo emerge cuando el desafío de la actividad se ajusta de manera óptima al nivel de destreza del individuo.
Cabe señalar, que las actividades rutinarias, basadas en la repetición y poco complejas suelen estar desvinculadas de la experiencia de flujo.
Cuando la dificultad de una actividad supera las capacidades de quien la realiza, es común que surjan emociones negativas como la preocupación o la ansiedad, dependiendo de cuánto exceda el desafío a la habilidad. Un reto ligeramente por encima de las capacidades puede generar preocupación, mientras que un desafío que excede las habilidades completamente provoca ansiedad. En cambio, cuando la dificultad de la tarea se equipara con las habilidades de la persona, se potencian la concentración, la implicación y el disfrute, alcanzando su máxima expresión en el llamado «estado de flujo».
Si las habilidades de la persona son mayores que el desafío, el interés disminuye, el compromiso se debilita y aparece el aburrimiento. La preocupación, el aburrimiento y la ansiedad son obstáculos claros para alcanzar el estado de flujo, ya que, generan experiencias poco satisfactorias. No obstante, el escenario más desfavorable ocurre cuando tanto el desafío como las habilidades son acusadamente bajos. En este caso, se presenta un estado de apatía, la persona pierde motivación y enfoque, lo que provoca un total desinterés por la actividad.
Mantener un equilibrio adecuado entre habilidades y desafíos resulta fundamental para garantizar un desempeño óptimo y una experiencia psicológica enriquecedora.
Cómo alcanzar ese estado óptimo o fluir. Descubre sus parámetros
De acuerdo al autor Csíkszentmihályi, para conseguir la motivación plena y óptima de fluir deberán estar presentes los siguientes parámetros:
- Equilibrio entre desafío y habilidades
La tarea debe ser suficientemente desafiante para mantenerte motivado, pero no tan compleja como para generar un elevado estrés. Es esencial contar con las habilidades necesarias para afrontar el desafío. - Metas claras
La persona deberá tener unos tener objetivos definidos en el desarrollo de la actividad. Las metas específicas son fundamentales para proporcionar enfoque y dirección durante la actividad. - Retroalimentación inmediata
Recibir un feedback inmediato sobre las propias acciones, lo cual, permite su manejo y el mantenimiento de la motivación hacia la tarea. - Concentración en la actividad
Atender a la tarea eliminando distracciones. - Disminución de la autoconciencia
Al estar inmerso en la experiencia, disminuye la preocupación hacia uno mismo, concentrándose de forma plena en la tarea. - Alteración de la percepción del tiempo
En el estado de flujo, se produce una distorsión en el sentido del tiempo. - Sensación de control
La percepción de que existen habilidades necesarias para poder llevar a cabo la tarea, no generando el desempeño una preocupación. - Placer intrínseco en la actividad
La experiencia es satisfactoria por sí misma, sin necesidad de recompensas externas, lo que la hace profundamente gratificante.
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Bibliografía
Csikszentmihalyi, M. (1975). Más allá del aburrimiento y la ansiedad. San Francisco: Jossey-Bass.