El papel de nuestro reloj biológico
Los seres humanos contamos con un reloj interno encargado de hacer que nuestro organismo se encuentre adaptado a los distintos momentos o fases del día a día.
Nuestros niveles de hormonas, temperatura corporal o el sueño, son algunas de las funciones que se encarga de regular este biocronómetro.
¿Cómo dormían nuestros antepasados?
Distintos estudios han permitido comprobar que los patrones de sueño de nuestros antepasados, eran muy distintos a los que tenemos hoy en día.
En la Edad Media, por ejemplo, contaban con un patrón de sueño bifásico.
Dormían en una primera etapa de sueño durante cuatro horas aproximadamente. Una vez realizado este primer periodo de descanso, se despertaban y se mantenían en estado de vigilia durante aproximadamente una o dos horas. Este tiempo era frecuente dedicarlo a actividades como conversar con la familia, rezar, salir a caminar,…Una vez finalizado este periodo de vigilia, volvían a dormirse.
¿Cómo duermen en aquellas comunidades donde no ha llegado la luz artificial?
Jerome Siegel, reconocido neurobiólogo, junto con su equipo, investigaron el patrón de sueño de la tribus de los hadzas en Tanzania, la de los san en Namibia y los tsimanes en Bolivia.
En los registros de sueño de estos 94 adultos, encontraron los siguientes datos:
- Se iban a dormir tres horas aproximadamente después de que atardeciera.
- Dormían una media de 6 horas todas las noches en una sola fase. Este dato sorprendió a los investigadores ya que esperaban encontrar más horas de sueño en estas tribus que en las sociedades modernas.
- Dos variables que influían en el sueño eran la temperatura y la luz natural, haciendo que durmieran una media de 6 horas en verano y 7 en invierno.
En otro estudio, esta vez liderado por Horaci de la iglesia y un equipo de investigadores de Argentina y Estados Unidos, quisieron comparar los patrones de sueño entre pueblos indígenas donde había luz artificial y donde no.
Entre todos los datos recopilados, encontraron que estas sociedades vivían más en sintonía con la luz natural. En su día a días tenían una mayor exposición a la luz solar y por ello, sus ciclos de vigilia-sueño estaban mejor sincronizados con la luz natural y no con la artificial.
¿Cómo influye la luz artificial en el sueño?
Hoy en día, las personas tendemos a alargar el final del día y nos vamos a dormir más tarde. Como consecuencia de ello, se observa una escasez de horas de sueño en nuestros días hábiles en comparación con lo que dormían nuestros antepasados. En España, según los datos de la encuesta ¿Cómo duermen los españoles?, la mitad de las personas duermen poco, una media de 6 horas en días de trabajo, y aprovechan el fin de semana para descansar más.
Importancia de la Higiene del sueño
Seguir unas pautas a lo largo del día y antes de acostarnos, es importante de cara a mejorar la calidad del sueño nocturno.
El insomnio ocasional no debe ser motivo de preocupación. En cambio, cuando esta falta de horas de sueño se alarga en el tiempo, repercute en el día a día de la persona.
Éste es un problema que abordamos frecuentemente en terapia. En ocasiones, son pacientes que acuden con él como motivo principal de consulta y otras veces, es una problemática desencadenada por el motivo de consulta nuclear.
Sea cual sea el caso, es trabajable no teniendo por qué cronificarse.
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Fuente: Muy Interesante