Un constructo psicológico ampliamente estudiado es el de la autoestima.
El psicólogo Michael H. Kernis conocido por sus aportaciones en este área, plantea una visión distinta a la ofrecida hasta el momento sobre este constructo. Por un lado, indica que tener una alta autoestima o tener una autoestima óptima son conceptos diferentes. En el caso de una alta autoestima, por ejemplo, cabe conocer si se trata de una autoestima frágil o segura, o bien, contingente o verdadera, entre otras variables asociadas a la misma. Además, subraya la importancia de la autenticidad para poder desarrollar una autoestima óptima. En otras palabras, cuando la persona entiende su verdadero yo y se comporta de manera congruente con él, su autoestima puede ser sana.
Por otro lado, cuestiona la dicotomía que rodea al constructo de la autoestima, a través de la cual, la persona con una autoestima alta se percibiría a si misma como valiosa y aquella con una baja autoestima se percibiría como carente de valor.
A lo largo de este artículo desarrollaremos el concepto de la autoestima óptima a través del conocimiento de sus características y las variables implicadas en su desarrollo.
¿Qué es la autoestima óptima?
La autoestima óptima es aquella que facilita a la persona alcanzar sus metas, así como, le ayuda a su óptimo funcionamiento general.
Para comprender mejor en que consiste la autoestima sana, es necesario hace un recorrido por sus componentes. Según Kernis, éstos deben entenderse dentro de un gradiente de menor a mayor. Es decir, no se trata de tener o no la variable de la congruencia participando en nuestra autoestima, si no, de conocer en qué grado la congruencia está presente.
Los 4 componentes de la autoestima óptima
- Genuina: Se refiere a la percepción y valoración racional de uno mismo. Esto es, la persona observa de manera realista sus errores y limitaciones, así como, sus aciertos y puntos fuertes. Por ejemplo, cuando la variable de la genuinidad esta en un grado óptimo, la persona no magnifica sus logros ni minimiza sus fallos. Por el contrario, los evalúa de una manera realista, ya que, los errores cometidos no los percibe como una amenaza a su valía, y por tanto, no trata de apartar la información que pueda suponer una evaluación negativa hacia uno mismo.
- Congruente: La medida en la que los sentimientos explícitos (conscientes) de la autoestima, son congruentes con los sentimientos implícitos (inconscientes). A mayor discrepancia entre ambos, mayor será el desajuste en la autoestima de la persona y mayores dificultades asociadas aparecerán.
- No contingente: Cuando la percepción de valía no depende de los resultados de las conductas personales. Es decir, la persona con una autoestima óptima celebra sus triunfos y padece cuando las cosas no salen bien. Sin embargo, no tiene conectadas ninguna de las dos cosas a su valía personal. Por lo tanto, no alcanzará una mayor satisfacción consigo misma si consigue un logro, ya que, aísla su valía de las contingencias de su comportamiento. A su vez, si comete un error, podrá evaluar su comportamiento como algo concreto en lo que se ha confundido y le genera malestar, no comprometiendo con ello su autovalía.
- Estable: Cuando los sentimientos de autovalía tienen baja frecuencia de fluctuaciones y éstas cuando se dan son de baja intensidad.
¿Cómo conseguir una autoestima óptima?
Por un lado, para lograr alcanzar la autoestima óptima son necesarios 3 puntos:
- El autoconocimiento, es decir, tener un concepto realista de uno mismo.
- Establecimiento de objetivos: ponerse metas vitales teniendo presentes las facilidades y limitaciones personales de cada uno.
- Dirigirse al cumplimiento de las metas propuestas manifestando coherencia con los valores individuales de cada uno.
Por otro lado, para conseguir desarrollar los puntos anteriores es necesario estar alineado con el genuino y verdadero yo. Es decir, ser auténticos. Para Kernis, la autenticidad se compone de 4 elementos:
- Prestar atención al yo real. Esto incluye saber identificar los verdaderos pensamientos, sentimientos, objetivos vitales, etc.
- Procesar de manera racional la información relevante para uno mismo. Entre otras cosas, esto incluye hacerse consciente de los errores que se cometen.
- Que la conducta sea coherente con los valores y necesidades de cada uno.
- Relaciones interpersonales basadas en un interés genuino y en la evaluación racional de los otros.
¿Qué significa tener una baja autoestima?
La baja autoestima se encuentra ampliamente asociada por diferentes autores y estudios a la insatisfacción con uno mismo. Sin embargo, Kernis hace mención a un artículo publicado por Baumeister, Tice y Hutton (1989), donde encuentran que las personas con baja autoestima no presentan un desagrado hacia si mismos.
Al contrario, hallan que estas personas tienen sentimientos neutrales hacia ellos mismos. Basan esta afirmación en los resultados de diferentes estudios donde encuentran que las respuestas en test que medían autoestima, se colocaban en el punto medio de las escalas de respuesta (lo que en promedio parece reflejar sentimientos neutrales hacia sí mismas).
Fueron pocas las personas que en estos cuestionarios respondían reflejando desagrado o insatisfacción consigo mismos.
No obstante, Kernis expone con prudencia esta diferente conceptualización de la baja autoestima, planteando que los datos disponibles no permiten dar una resolución definitiva a la controversia. Sin embargo, sí que expone que no cree que se trate de tener una alta o baja autoestima, por el contario, considera que es una cuestión de grado.
Bibliografía