¿Cómo es el trastorno de personalidad dependiente?
El trastorno de la personalidad dependiente se caracteriza por una necesidad constante y desmesurada de recibir cuidados, lo que genera una actitud excesivamente sumisa, junto con un temor profundo a la separación. Este patrón se inicia en la adultez y aparece en diversos ámbitos. Las personas con este trastorno muestran comportamientos de dependencia y sumisión, los cuales surgen de la sensación de que no pueden funcionar correctamente sin el apoyo de otros.
Dificultades en la toma de decisiones
Quienes presentan este trastorno tienen serios problemas para tomar decisiones del día a día, como escoger la ropa que usarán para trabajar o decidir a qué hora poner el despertador. En estas situaciones, requieren constantemente la aprobación y el consejo de otras personas. Por lo general, adoptan un comportamiento pasivo y dejan que alguien cercano asuma la toma de decisiones y la responsabilidad en los aspectos más importantes de su vida.
Por ejemplo, los adultos con este trastorno pueden depender de un padre o una pareja para elegir su lugar de residencia, las amistades que deben cultivar o el tipo de trabajo que deben desempeñar. En los adolescentes, es común que permitan que sus padres determinen aspectos como las personas con las que se relacionan o la carrera que deberían seguir.
Esta dependencia de otros para tomar decisiones va más allá de lo que sería adecuado para su edad o contexto. Aunque puede aparecer en personas con condiciones médicas graves o discapacidad, su nivel de dependencia y dificultad para asumir responsabilidades debe ser considerablemente mayor de lo que se esperaría para su situación particular.
Imposibilidad de contradecir a los demás
Las personas con este trastorno suelen evitar contradecir a los demás, especialmente a quienes consideran fundamentales en su vida, porque temen perder su apoyo. Por este motivo, pueden aceptar situaciones o decisiones con las que no están de acuerdo, incluso si saben que no son correctas, con tal de no arriesgarse a una ruptura en la relación. También evitan mostrar cualquier tipo de enfado hacia las personas de las que dependen, ya que tienen miedo de que esto provoque un distanciamiento. No obstante, si el miedo a expresar desacuerdo proviene de una amenaza real, como el temor a represalias en una relación abusiva, este comportamiento no se relacionaría con este trastorno.
Se perciben como carentes de competencias
Asimismo, quienes presentan este trastorno enfrentan grandes dificultades para emprender proyectos o realizar tareas por sí mismos. A menudo sienten que carecen de las habilidades necesarias o de la confianza para actuar de manera independiente, por lo que prefieren que otros se encarguen de empezar las cosas. Creen que otras personas son más competentes y, por ello, necesitan ayuda para llevar a cabo actividades o tomar decisiones. Aunque, bajo supervisión y con el apoyo constante de alguien, pueden funcionar bien, temen volverse más autosuficientes porque asocian esa independencia con el riesgo de ser abandonados. Esta dependencia también impide que desarrollen habilidades prácticas para manejar su vida, perpetuando así su falta de autonomía.
Desarrollan relaciones sociales inadecuadas
Las personas con este trastorno suelen hacer todo lo posible para asegurarse de recibir atención y apoyo, llegando incluso a aceptar tareas incómodas o desagradables si creen que eso les ayudará a mantener una relación importante. Son capaces de cumplir peticiones excesivas o poco razonables con tal de no arriesgarse a perder el vínculo con quienes consideran esenciales en su vida. Esto puede dar lugar a relaciones desiguales, en las que ellos priorizan las necesidades de los demás por encima de las propias. En algunos casos, pueden llegar a tolerar malos tratos o abusos, pero este comportamiento se considera parte del trastorno únicamente cuando es evidente que tienen opciones alternativas y no las utilizan.
También suelen sentirse extremadamente inseguros e incapaces cuando están solos, ya que tienen un miedo intenso a no poder manejarse por sí mismos. Para evitar esa sensación de desamparo, buscan mantenerse cerca de otras personas significativas, aunque no compartan interés o participación activa en lo que ocurre a su alrededor. Su prioridad es evitar la soledad a toda costa.
Miedo intenso a la soledad
Cuando pierden una relación significativa, ya sea por una separación, el fallecimiento de un cuidador u otra circunstancia, estas personas tienden a buscar rápidamente otra conexión que les proporcione el cuidado y apoyo que sienten que no pueden afrontar por sí mismos. Su sensación de incapacidad para gestionar su vida sin la presencia de alguien cercano los impulsa a establecer nuevos vínculos de manera precipitada y, en ocasiones, sin evaluar adecuadamente a la otra persona.
También suelen experimentar un temor constante a quedarse solos y tener que asumir la responsabilidad de cuidarse por sí mismos . Esta dependencia extrema de la ayuda y orientación de otros genera una ansiedad persistente de ser abandonados, incluso cuando no hay motivos reales que respalden esa preocupación. Para que este miedo sea parte del diagnóstico, debe ser claramente desproporcionado y no justificado por las circunstancias. Por ejemplo, en el caso de una persona mayor con una enfermedad grave que busca apoyo en un familiar cercano, este comportamiento podría considerarse comprensible y no necesariamente reflejar un trastorno de personalidad dependiente.
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8 puntos clave del Trastorno de personalidad dependiente
- La persona depende en gran medida de la orientación y aprobación de otros para tomar decisiones diarias.
- Necesita que otros asuman las responsabilidades principales de su vida.
- La personalidad dependiente evita expresar desacuerdo con los demás por temor a perder su apoyo o aceptación. (Nota: No incluye temores justificables de castigo).
- Le resulta muy difícil iniciar actividades o proyectos por su cuenta debido a la falta de confianza en sus habilidades, más que a una falta de interés o motivación.
- A partir del Trastorno de personalidad dependiente, el individuo hace cosas que le desagradan con tal de obtener aceptación o apoyo.
- Se siente extremadamente vulnerable o incapaz cuando está solo, por el temor de no poder cuidarse por sí mismo.
- La persona dependiente busca con urgencia establecer una nueva relación cercana cuando termina una anterior, para asegurarse de recibir cuidado y apoyo.
- Por último, experimenta un miedo irracional al abandono y a quedarse desprotegido o sin ayuda.