Qué es la vigorexia: Definición y características
El doctor en psicología José Ignacio Baile (2005) la describe como “una alteración de la salud caracterizada por una preocupación patológica de ser débil y no tener suficiente desarrollo muscular del cuerpo (aun teniéndolo) y que se manifiesta en la incapacidad de ver con exactitud el tamaño del propio cuerpo, con comportamientos obsesivos y negativos relacionados con la apariencia”.
- Los pacientes con vigorexia realizan un exceso de ejercicio físico dirigido a conseguir un aumento en su masa muscular, con independencia a la existencia de lesiones y comprometiendo en ocasiones obligaciones del día a día (ej. asistir al trabajo).
- En el plano cognitivo, hay un desajuste en torno a pensamientos enfocados en el físico y el entrenamiento, que interfieren significativamente en la adaptación a la vida diaria y en el ánimo.
- Cursa con una distorsión de la imagen corporal, percibiéndose con un aspecto físico que no se corresponde con el real, así como con una insatisfacción de la imagen corporal.
- ¿Qué es la Imagen corporal? Es la percepción que tenemos cada uno acerca de nuestro cuerpo. Constituye un constructo multidimensional, el cual se compone de lo que pensamos acerca de nuestro cuerpo, cómo nos sentimos con respecto a él y qué conductas llevamos a cabo a partir de las dos dimensiones anteriores.
- La prevalencia de esta problemática es significativamente superior entre hombres.
- Por último, existe una elevada incidencia de consumo de esteroides anabolizantes y otros fármacos de riesgo alto para la salud entre las personas afectadas por esta problemática.
Diagnóstico de vigorexia: Qué lo provoca
La vigorexia es una problemática perteneciente al Trastorno dismórfico corporal, de acuerdo a la última edición del Manual Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM5).
La descripción que hace el presente manual sobre los criterios a tener en cuenta para su diagnóstico es la siguiente:
- Preocupación por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico.
- En algún momento durante el curso del trastorno, el sujeto ha realizado comportamientos o actos mentales repetitivos como respuesta a la preocupación por el aspecto.
- La preocupación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral y otras áreas importantes del funcionamiento.
- La preocupación por la apariencia no se explica mejor por la inquietud acerca del tejido adiposo o el peso corporal en un sujeto cuyos síntomas cumplen los criterios diagnósticos de un trastorno alimentario.
Especificar si:
Con distrofia muscular: al sujeto le preocupa la idea de que su estructura corporal es demasiado pequeña o poco musculosa. Este especificador se utiliza incluso si el sujeto está preocupado por otras zonas corporales, lo que sucede con frecuencia.
Causas de la vigorexia
Las problemáticas de salud mental no tienen una causa única y con la vigorexia no nos encontramos con esa excepción. Tanto para prevenir la vigorexia, como para poder ayudar a personas que ya la padecen, es necesario huir de planteamientos simplistas:
- Ir al gimnasio no genera vigorexia
- Consumir determinado contenido en redes sociales no genera vigorexia
- El culturismo no genera vigorexia
- Que trabajes con disciplina para conseguir un determinado físico, en este caso musculado, no genera vigorexia
El origen de esta problemática es multicausal, encontrándose factores predisponentes, pecipitantes y mantenedores, que se encuentran a su vez en constante interacción. Estos factores tienen una naturaleza sociocultural, psicológica y biológica.
Bale (2005) explica en su modelo las distintas variables que se pueden incluir en este origen multicausal:
- Factores predisponentes: Son variables facilitadoras del inicio de la problemática, pero no causales o determinantes en sí mismas para su inicio. En esta categoría estarían incluidos los factores del entorno ambiental y social, experiencias previas negativas con el cuerpo, ser varón con edades comprendidas entre los 18 y 35 años, etc.
- Factores desencadenantes: Son los factores que inician la problemática. Por ejemplo, la baja autoestima, consumo de sustancias, experiencias estresantes relacionadas con el cuerpo…
- Factores mantenedores: Aquellos que refuerzan el mantenimiento y el empeoramiento del trastorno. Por ejemplo, el reconocimiento social, alivio inmediato de las cogniciones obsesivas, ambiente social favorecedor…
Si está interesado para asesorarte por la vigorexia o conoces a alguien que pueda estar sufriendo este trastorno, no dude en contactar con Psicólogos Aldama para obtener ayuda.