Por qué se producen los celos en pareja
Los celos forman parte del repertorio emocional que tenemos las personas. Es decir, son una emoción natural que todos los individuos podemos sentir en algún momento de nuestras vidas. Los celos se producen cuando se siente miedo por perder a la persona amada.
Al tratarse de una emoción, comparte características con el resto de emociones como la tristeza, la alegría, etc. Por ello, cuentan también con una función adaptativa. En este caso, la de cuidar la relación de pareja entendiendo que el amor no tiene una naturaleza incondicional.
En conclusión, en una relación es posible que se experimenten celos en pareja por parte de alguno de los miembros, sin que ello constituya un elemento psicopatológico ni afecte negativamente a la relación.
El problema aparece cuando en lugar de tratarse de celos normales, se presentan los denominados celos patológicos. Estos últimos, dañan a la persona que los siente y deterioran la relación de pareja.
Diferencia entre celos normales y celos patológicos
De manera general, lo que diferencia a los celos normales de los patológicos es la elevada intensidad, sufrimiento e interferencia en la vida cotidiana que presentan estos últimos.
Como ocurre con el resto de emociones, cuando se presentan con excesiva frecuencia, duración e intensidad se convierten en un problema, ya que, dificultan la adaptación de la persona a su entorno.
En el caso concreto de los celos patológicos, se encuentran 4 características:
- Presencia de ideas irracionales y pensamientos intrusivos acerca de la pareja y la relación. Por ejemplo, «seguro que mira a otras personas por la calle y se pregunta qué hace conmigo».
- Sospechas de infidelidad por parte de la pareja, sin tener datos que lo respalden. Por ejemplo, «llega tarde a casa del trabajo porque está con otra persona, no porque tenga que quedarse a trabajar».
- Cuando la persona siente celos patológicos no puede manejarlos o calmarlos.
- En ocasiones, se instalan conductas de control hacia la pareja que tienen como objetivo mitigar la emoción de celos. Por ejemplo, «mándame una foto para ver con quién estás».
Causas de los celos patológicos
Son muchos los factores que se encuentran detrás de los celos patológicos. A continuación, señalaremos los que están presentes con mayor frecuencia:
- Cuando la persona no sabe lidiar con la incertidumbre natural en relación a la continuidad de la pareja. En estos casos, la persona demanda saber con seguridad que no va a perder a su pareja. Sin esa certeza no encuentra tranquilidad. Sin embargo, en una relación resulta necesario aceptar y aprender a lidiar con cierto nivel de incertidumbre en cuanto a la continuidad de la relación. Desde la aceptación de esta incertidumbre se cuida la relación, ya que, se conoce que el amor no es incondicional y que una relación requiere de atención. Por el contrario, cuando se parte de la necesidad de conocer que la relación no va a terminarse, se parte de un criterio inalcanzable que lleva a la persona a realizar conductas de seguridad que le dañan a si mismo y a la pareja.
- Dependencia emocional. Cuando la persona intenta cubrir sus necesidades afectivas a partir de la relación con su pareja. La persona con dependencia emocional percibe una excesiva necesidad de aprobación y soporte por parte de su pareja. Por lo tanto, desarrollan un intenso temor a ser dejados. En ocasiones, esto genera sentimientos de celos en la persona dependiente.
- Haber padecido carencias afectivas en edades tempranas. El vínculo generado entre la persona y sus cuidadores principales en la infancia, puede predisponer a que se desarrollen celos patológicos. Si de niños no se ha desarrollado una base segura con los progenitores, esto predispone a desarrollar un tipo de apego inseguro-ansioso, el cual, favorece que aparezcan los celos patológicos.
- Baja autoestima. Cuando la persona no otorga un valor adecuado a lo que conoce de ella misma, existe una predisposición a sentir celos patológicos. Esta variable se encuentra incluida en las dos anteriores.
Consecuencias de los celos patológicos
La persona que siente celos patológicos manifiesta mucho sufrimiento. Asimismo, las parejas de estas personas también refieren un elevado malestar por las implicaciones que tienen las conductas de su pareja en ellos y en la relación.
Las consecuencias de los celos patológicos se pueden dividir en 3 grupos:
- Cognitivo: En este grupo se incluyen los pensamientos intrusivos. La temática de estos pensamientos suele estar relacionada con la infidelidad de la pareja. Por ejemplo, «no me dice para quedar hoy porque me está engañando con otra persona».
- Conductual: Incluyen los comportamientos de comprobación y búsqueda de tranquilización. Por ejemplo, revisar el móvil de la pareja, entrar en estrategias de manipulación para que no salga con las amistades, etc. Estos comportamientos buscan generar tranquilidad. Sin embargo, son mantenedores de los celos patológicos y terminan haciendo más intenso el miedo al engaño.
- Fisiológico: En esta categoría se incluyen los síntomas como la taquicardia, insomnio, pérdida de apetito, sudoración, nauseas etc. Todas ellas manifestaciones relacionadas con la ansiedad.
3 tipos de celos patológicos
Los autores Echeburúa y Montalvo, realizaron una clasificación de los celos patológicos elaborando una jerarquía en función del malestar que producen y la repercusión en la vida de estas personas.
- Pasionales: La persona no presenta asociado ningún trastorno psicológico. Las preocupaciones acerca de la pérdida de la pareja repercuten negativamente en la autoestima del individuo que sufre celos patológicos. Estos celos son los que menor intensidad de malestar generan.
- Obsesivos: Se caracterizan por una elevada frecuencia de pensamientos intrusivos, los cuales, perjudican el bienestar de la persona que los percibe. Los celos obsesivos generan un malestar moderado en los individuos.
- Delirantes: La persona realiza una interpretación delirante de las situaciones, lo cual, le lleva a pensar que está siendo engañado por su pareja, entre otros escenarios de infidelidad posibles. Los celos delirantes son los que mayor gravedad presentan y suelen ir asociados a trastornos por consumo de sustancias, trastornos psicóticos, entre otros.
Los celos son una emoción que surge como consecuencia de un exagerado afán de poseer algo de forma exclusiva y cuya base es la infidelidad- real o imaginada- de la persona amada (Echeburúa y Fernández-Montalvo, 2001)