El Trastorno de ansiedad generalizada, conocido también como TAG, se incluye dentro de los trastornos de ansiedad.
El síntoma principal y más característico, es la preocupación constante y excesiva por una amplia variedad de hechos y situaciones. A su vez, la persona muestra dificultad para detener o cuestionarse estas preocupaciones.
En consecuencia, el Trastorno de ansiedad generalizada, ocasiona un malestar significativo y afecta a la calidad de vida de las personas que lo padecen.
¿Qué ocurre cuando sufro Ansiedad Generalizada?
- En primer lugar, existe una preocupación constante, excesiva y difícilmente controlable en relación a diferentes situaciones de la vida cotidiana. Se extiende a través de las distintas áreas vitales: familiar, laboral, académica, de pareja, etc.
- Dicha preocupación, está asociada a una variedad de síntomas entre los que se encuentran:
- Inquietud, sensación de opresión o de imposibilidad de escape.
- Fatiga o cansancio.
- Ansiedad.
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- Dificultad para mantener la atención o para alcanzar la «mente en blanco».
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Dificultades para iniciar o mantener el sueño, así como, para conseguir un sueño de calidad.
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¿Cómo distingo entre las preocupaciones no patológicas y las preocupaciones asociadas al TAG?
Preocuparnos, aunque pueda resultar incómodo, no es en si mismo perjudicial. Por el contrario, la preocupación tiene una utilidad esencial para el manejo de situaciones y la adaptación a las circunstancias que rodean la vida del individuo. En pocas palabras, si no nos preocupáramos, no podríamos resolver o lidiar con las dificultades presentes en la vida.
Ahora bien, en el caso del TAG, las preocupaciones tienen una naturaleza diferente, la cual, las convierte en preocupaciones no funcionales. A continuación, mostraremos un breve resumen con las diferencias entre ambos tipos:
- Las preocupaciones asociadas al TAG se perciben como difícilmente controlables. Como consecuencia, provocan un significativo malestar y repercuten en las áreas principales de funcionamiento de la persona. Sin embargo, las preocupaciones no patológicas, se perciben más sujetas al control voluntario, permitiendo a la persona su manejo.
- En el caso del Trastorno de ansiedad generalizada, las preocupaciones generan una elevada angustia (asociada a su vez con síntomas somáticos) y cuentan con una duración mayor que en el caso de las no patológicas.
- Las preocupaciones patológicas, es frecuente que se extiendan a una amplia variedad de situaciones y que no necesiten de un estímulo desencadenante para aparecer. Por el contrario, las preocupaciones presentes fuera del TAG, requieren de estímulo desencadenante y son específicas.
- Por último, las preocupaciones cotidianas al contrario que las patológicas, no ocasionan un malestar clínicamente significativo en la persona, ni deterioran su funcionamiento en las diferentes áreas de la vida. Es decir, no generan una interferencia.