El abandono de la terapia psicológica es una realidad frecuente en la práctica clínica. Es difícil encontrar un terapeuta que no haya experimentado, en algún momento, la interrupción prematura de un tratamiento por parte del paciente.
Sin embargo, en la literatura científica, estos casos no suelen recibir tanta atención como aquellos que concluyen con éxito. A pesar de esto, los datos sobre abandonos son igual de valiosos, ya que pueden revelar entre otras muchas variables, limitaciones en los métodos de evaluación o en las estrategias terapéuticas.
¿Qué se entiende por abandono en psicoterapia?
En términos generales, el abandono terapéutico se refiere a la interrupción del tratamiento antes de alcanzar los objetivos planteados. Esta interrupción puede darse de distintas maneras:
- El paciente deja de asistir a las sesiones sin previo aviso.
- Informa al terapeuta sobre su decisión de no continuar.
- Ambas partes acuerdan dar por terminado el proceso, no habiendo alcanzado los objetivos consensuados.
10 razones que causan el abandono de la terapia psicológica
Gaviño y Godoy (1993), basándose en Porcel, identifican varias causas por las que una persona puede dejar su tratamiento psicológico antes de finalizarlo. A continuación, te explicamos las 10 razones más frecuentes que causan el abandono de la terapia psicológica:
1. La preocupación inicial que llevó a la consulta ha desaparecido
Algunas personas inician terapia por un problema específico que, con el tiempo, deja de ser una prioridad o se resuelve parcialmente, lo que les hace sentir que ya no necesitan continuar con el proceso.
2. Recomendación de otro profesional con una orientación teórica diferente
Puede ocurrir que otro especialista (médico, psiquiatra u otro psicólogo) sugiera un enfoque terapéutico distinto, lo que lleva al paciente a cambiar de terapeuta o abandonar la terapia actual.
3. Mudanza del paciente a otra ciudad
Si la persona cambia de residencia, puede ser difícil continuar con la terapia, especialmente si las sesiones son presenciales y no hay opción de continuar de forma online, o bien, no le interesa esa modalidad.
4. Pérdida de interés en el proceso terapéutico
La terapia psicológica es un proceso de trabajo personal complejo. Si el paciente no ve una evolución esperable o efectivamente no la hay, puede desmotivarse y decidir abandonar.
5. Falta de cumplimiento con las indicaciones dadas
Si el paciente no sigue las recomendaciones del terapeuta (ejercicios, reflexiones, cambios de hábitos, etc.), es posible que no vea mejoras y se frustre, optando por dejar la terapia.
6. Restarle importancia al problema
A veces, con el tiempo, la persona percibe que su problema no es tan grave como pensaba y decide que no necesita seguir con el tratamiento.
7. Frustración por la demora en alcanzar los resultados esperados
Algunos pacientes esperan una mejoría más rápida. Por un lado, es totalmente natural y comprensible ya que la persona busca encontrarse bien lo antes posible. Sin embargo, la terapia es un proceso que puede llevar tiempo. Si no ven cambios inmediatos, pueden sentirse decepcionadas y abandonar.
8. Rechazo a abordar ciertos temas en la terapia
La terapia puede tocar aspectos sensibles o dolorosos. Algunas personas evitan profundizar en ciertos temas por miedo, incomodidad o resistencia, lo que puede llevarlas a abandonar.
9. Falta de conexión o confianza con el terapeuta
Crear un vínculo con el terapeuta es esencial para el éxito del tratamiento psicológico. Si la persona no se siente cómoda con el terapeuta, puede decidir dejar la terapia o buscar a otro profesional.
10. Cambio de ciudad por parte del terapeuta
Al igual que ocurre con el cambio de residencia del paciente, si el terapeuta se muda y no ofrece sesiones online o éstas al paciente no le interesan, necesariamente lleva a la interrupción del proceso.
El papel del psicólogo en el abandono de la terapia
Aunque existen diversas razones por las que un paciente puede interrumpir su proceso terapéutico, el papel del terapeuta es un factor determinante en la continuidad del tratamiento. A continuación, analizamos los principales aspectos en los que la intervención del terapeuta puede influir en la permanencia del paciente en la terapia y cómo prevenir abandonos prematuros.
Habilidades terapéuticas insuficientes
El terapeuta debe ser capaz de manejar situaciones espontáneas que pueden surgir durante la sesión, como reacciones emocionales intensas o preguntas personales del paciente. Una intervención inadecuada puede hacer que el paciente pierda confianza en el proceso y opte por abandonar la terapia.
Evaluación clínica deficiente
Una evaluación inicial incompleta o poco precisa puede hacer que el paciente sienta que su problema no ha sido comprendido, lo que genera desmotivación. Además, si los objetivos terapéuticos no se establecen con claridad, el paciente puede no percibir avances, aumentando la probabilidad de abandono.
Uso incorrecto de técnicas terapéuticas
Cuando los psicólogos aplican técnicas o tratamientos no adecuados para ese paciente en concreto, o bien, no los desarrolla correctamente. La selección errónea de estrategias o su mala aplicación puede hacer que el paciente no experimente mejoras, lo que puede generar frustración y abandono.
Falta de alianza terapéutica con el paciente
La relación entre terapeuta y paciente es fundamental para el éxito de la terapia. Si el paciente no siente confianza, comprensión o empatía por parte del profesional, es más probable que abandone el tratamiento.
Gestión ineficaz de las expectativas del paciente
Si el terapeuta no explica adecuadamente los tiempos y objetivos de la terapia, el paciente puede tener expectativas poco realistas sobre la rapidez de los resultados. Esto puede llevar a la frustración y, en consecuencia, al abandono.
Desconocimiento de los valores y creencias del paciente
Cada paciente tiene un modo diferente de ver la realidad. Si el terapeuta no toma en cuenta estos aspectos, puede generar una desconexión que haga que el paciente no se sienta comprendido y, por lo tanto, decida interrumpir el tratamiento.
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Bibliografía:
Porcel Medina, M., (2005). EL ABANDONO EN LAS TERAPIAS PSICOLÓGICAS. Aposta. Revista de Ciencias Sociales, (14), 1-16.