Tratamiento anorexia, bulimia y trastornos de la alimentación en Bilbao

¿Qué factores psicológicos influyen en los trastornos alimentarios?

Los trastornos de la conducta alimentaria o alimentarios (TCA) son trastornos psicológicos complejos, que incluyen diferentes manifestaciones clínicas como:

✓  Anorexia Nerviosa
✓  Bulimia Nerviosa
✓  Fobias alimentarias
✓  Síndrome de la ingesta nocturna
✓  Síndrome del comer selectivo
✓  Obesidad
✓  Trastorno por atracones o ingesta compulsiva
✓  Trastornos de conducta alimentaria no especificados
✓  Trastornos  de la imagen corporal: vigorexia

Estos trastornos suelen iniciarse en la adolescencia y no tienen una causa directa. Los factores que lleven a una persona a desarrollar una de estas patologías pueden ser diferentes y habitualmente son varios motivos los que inciden en su desarrollo como: autoexigencia, autocrítica, insatisfacción corporal, necesidad de control, perfeccionismo, pensamiento dicotómico

¿Por qué son tan difíciles de detectar estos problemas?

El principal problema es que las personas con trastornos alimentarios suelen sentirse avergonzados o lo niegan. En ambos casos, tienden a rechazar el tratamiento y por ese motivo es imprescindible consultar con un psicólogo en Bilbao para poderles asesorar correctamente

¿Cómo puedo contactar con Psicólogos especialistas en anorexia, bulimia y TCA en Bilbao

¿Buscas psicólogos en Bilbao especialistas en trastornos de la conducta alimentaria? ¿Necesitas un tratamiento para algún tipo de trastorno de la alimentación de nño o adolescente?

Si desea hablar con un psicólogo sobre algún  trastornos alimentario (anorexia, bulimia,atracones, ortorexia, vigorexia...) en Bilbao, comuníquese con nosotros en el Centro Psicológico Aldama a través de nuestro teléfono 688 61 22 71, visitarnos en Mazarredo Zumarkalea, n° 69, 6°E, 48009 Bilbao o enviarnos un email centropsicologicoaldama@hotmail.com y pedir más información. Indicar que con el tratamiento adecuado, estos desórdenes suelen presentar buenas tasas de recuperación. Sin embargo, esta mejoría no suele producirse en el corto plazo, sino que puede llevar meses o incluso años.