Diversos autores coinciden en señalar que un rasgo esencial de la conducta antisocial es la indiferencia hacia las normas fundamentales que rigen la convivencia social. Se entiende por conducta antisocial aquel conjunto de comportamientos que vulneran las reglas e intereses establecidos por la sociedad, así como, que implican acciones perjudiciales hacia otras personas, animales o bienes materiales. La agresividad se identifica como el componente principal que caracteriza este tipo de conductas.
El primer autor que se interesó por el Trastorno de la personalidad antisocial fue Pinel en el año 1806. Pinel lo definió como una forma específica de alteración mental, caracterizada por la ejecución de conductas impulsivas y autoinfligidas. Pese a ello, los individuos que la presentaban conservaban intacta su facultad de razonamiento, y eran plenamente conscientes de la irracionalidad de sus acciones.
Características del Trastorno de la Personalidad Antisocial (TPA)
¿Cuándo se inicia el Trastorno de la personalidad antisocial?
El trastorno de personalidad antisocial comienza en la niñez o la adolescencia temprana y se extiende a la edad adulta. También es conocido como psicopatía, sociopatía o trastorno de personalidad disocial. Debido a que el engaño y la manipulación son elementos clave de esta problemática, resulta particularmente útil combinar la información obtenida en una evaluación clínica exhaustiva con datos adicionales provenientes de distintas fuentes.
¿Cómo actúan las personas con TPA ante las normas sociales?
Estas personas presentan un patrón persistente y recurrente de comportamientos que vulneran los derechos fundamentales de otras personas y contravienen normas sociales adecuadas para la edad del individuo. Este tipo de conductas s puede organizar en cuatro categorías:
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Agresión hacia personas o animales: Incluye comportamientos como iniciar peleas físicas, intimidar o amenazar a otros. Pueden ejercer crueldad física hacia animales o cometer actos de violencia grave, como el uso de armas para causar daño.
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Destrucción deliberada de la propiedad: Se refiere a acciones como provocar incendios intencionadamente con el propósito de causar daños o destruir objetos ajenos de forma premeditada, como romper ventanas o rayar automóviles.
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Engaño o robo: Abarca conductas como mentir repetidamente para obtener beneficios, entrar en propiedades ajenas sin permiso, robar objetos de valor sin utilizar la fuerza o estafar a otras personas.
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Violaciones graves de normas sociales: Incluye fugarse del hogar durante la noche sin consentimiento de los cuidadores en varias ocasiones, ausentarse de la escuela de forma frecuente y sin justificación, o desafiar de forma sistemática la autoridad de figuras adultas.
¿Utilizan las personas con TPA el engaño y la mentira?
Otra de las características observables en personas con trastorno de personalidad antisocial es la recurrencia de conductas engañosas y manipuladoras. Estas suelen emplearse con el objetivo de obtener ventajas personales o, en algunos casos, por simple satisfacción individual. Dichos comportamientos pueden estar orientados a lograr acceso a recursos económicos, gratificación sexual o control sobre otras personas.
Este tipo de comportamiento puede manifestarse de diversas maneras. Por ejemplo, es frecuente que el individuo mienta reiteradamente acerca de su identidad o de su situación personal. Puede fingir una enfermedad grave para generar lástima o justificar una conducta. También es habitual la adopción de nombres falsos para acceder a servicios o evitar consecuencias legales. Asimismo, puede incurrir en estafas, como prometer servicios inexistentes a cambio de dinero. Otra manifestación común es la simulación de vínculos afectivos con fines manipulativos, como establecer relaciones sentimentales solo para obtener beneficios económicos o materiales.
¿Los individuos con este tipo de trastorno son impulsivos o reflexivos?
Las decisiones en personas con trastorno de personalidad antisocial suelen tomarse de manera impulsiva, sin reflexión previa ni anticipación de las consecuencias. Este comportamiento se observa en estudios que documentan cómo los individuos tienden a actuar en función de la gratificación inmediata, sin considerar las repercusiones a largo plazo, tanto para ellos como para los demás. En investigaciones como la de Hare (1999), se ha documentado cómo las personas con este trastorno toman decisiones repentinas, como cambiar de trabajo o mudarse de residencia sin una justificación razonada.
¿ Cómo de frecuentes son los comportamientos agresivos en las personas con TPA?
Las personas que presentan este tipo de trastorno de personalidad suelen manifestar una marcada tendencia a la irritabilidad y a la conducta agresiva. Esta predisposición puede traducirse en la participación frecuente en altercados físicos o en la realización de actos de violencia, los cuales, pueden dirigirse incluso hacia miembros del entorno familiar.
El individuo no muestra ningún signo de arrepentimiento o compasión por los daños causados. Es importante resaltar que este criterio no abarca conductas agresivas que se realicen en situaciones de defensa propia o de protección de otras personas.
¿Los individuos con Trastorno de la personalidad antisocial tienden a la prudencia o imprudencia?
Las personas con trastorno de personalidad antisocial suelen mostrar una actitud de indiferencia respecto a su propia seguridad y la de los demás. Este patrón se refleja en su forma de conducir a altas velocidades, hacerlo bajo los efectos del alcohol o verse involucrados en accidentes con regularidad. Además, suelen exponerse a actividades peligrosas que pueden tener serias repercusiones, como mantener relaciones sexuales sin medidas de protección o consumir drogas. También tienden a ser negligentes en el cuidado de sus hijos, poniéndolos en situaciones de riesgo o desprotección.
¿Cómo se manifiesta la irresponsabilidad en el TPA?
En general, las personas con trastorno de personalidad antisocial suelen exhibir una gran irresponsabilidad en su comportamiento. Esta falta de responsabilidad se refleja en su vida laboral, por ejemplo, al no cumplir con sus compromisos profesionales, como llegar tarde repetidamente al trabajo o no cumplir con los plazos establecidos, a pesar de tener un empleo seguro. También es común que dejen trabajos sin un motivo claro y sin intentar encontrar una alternativa estable. En cuanto a la gestión financiera, pueden gastar dinero de manera imprudente, acumulando deudas que no pagan o ignorando sus obligaciones fiscales. En su vida familiar, la falta de responsabilidad puede manifestarse cuando no proveen adecuadamente para el bienestar de sus hijos, como en el caso de no asegurarse de que tengan acceso a educación o atención médica, o al ignorar necesidades básicas como la alimentación o el cuidado personal.
¿Las personas con TPA se arrepienten de sus conductas disruptivas?
Lo habitual es que carezcan de remordimientos por los efectos de sus acciones. Pueden mostrarse indiferentes o brindar justificaciones superficiales para los daños, abusos o robos que causan a los demás (por ejemplo, «la vida es injusta», «no me quedaba más remedio»). Estas personas a menudo culpan a las víctimas, sugiriendo que fueron ingenuas, vulnerables o que realmente merecían lo sucedido (por ejemplo, «se lo merecía igualmente» o «en cualquier caso, le habría pasado»).
También, pueden restar importancia a las consecuencias negativas de sus comportamientos o simplemente mostrar indiferencia ante ellas. Por ejemplo, un individuo podría robar dinero y luego minimizar el daño diciendo: «Los ricos siempre pueden recuperar lo que pierden». O, si causan dolor a una persona con palabras duras, podrían pensar que «no fue para tanto», sin reconocer el impacto emocional causado. En términos generales, no intentan enmendar ni compensar los daños causados por sus acciones.
Tienden a creer que su bienestar es lo único importante y que no deben frenar ante nada para evitar ser perjudicados. Un ejemplo de esto podría ser una persona que, a pesar de causar daño a otros en su entorno, sigue actuando con egoísmo, sin ofrecer disculpas ni mostrar remordimientos.
7 Comportamientos Comunes del Trastorno de Personalidad Antisocial
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Incumplimiento sistemático de las normas legales: Observable en la repetición de conductas que conducen con frecuencia a la intervención de las autoridades y la detención del individuo.
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Tendencia al engaño y la manipulación: Evidenciada a través de la reiterada utilización de falsedades, el uso de alias o la comisión de fraudes con el fin de obtener un beneficio personal.
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Impulsividad y falta de previsión: Reflejadas en la incapacidad para planificar adecuadamente las acciones o anticipar sus consecuencias a largo plazo.
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Comportamiento hostil y agresivo: Se manifiesta en la repetición de confrontaciones físicas o actos violentos hacia otros.
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Despreocupación temeraria por la seguridad personal y ajena: Lo que implica una actitud negligente y una conducta peligrosa tanto para sí mismos como para los demás.
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Falta continua de responsabilidad: Evidenciada por la incapacidad recurrente de mantener un comportamiento laboral estable o de cumplir con las obligaciones económicas de manera consistente.
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Ausencia de remordimiento o justificación de actos lesivos: Lo que se expresa mediante una actitud indiferente o racionalizadora frente al daño causado a otras personas, ya sea por lesiones, maltrato o apropiación indebida.
Bibliografía
Martorell, M. C.; González, R. y Aloy, M. (1992). LCA, Listado de Conductas Antisociales.