El amor y todo lo que le rodea ha sido objeto de múltiples investigaciones. Cómo funcionan los celos, la infidelidad o qué media en la elección de pareja, son algunos de los temas estudiados desde la psicología, biología y demás ramas científicas.
El amor es un tema presente en la literatura, en el teatro y en cualquier forma de arte. Por todo ello, despierta curiosidad entre las personas y esto se traslada también a los científicos, los cuales, a lo largo de la historia nos han ido ofreciendo los hallazgos encontrados en este área.
En el artículo de hoy, nos centraremos en los datos aportados por Helen Fisher, neurobióloga y antropóloga estadounidense, quien dedicó gran parte de su carrera a investigar sobre el amor.
Qué es el amor
Para Fisher, el amor se explica a través de 3 circuitos cerebrales de los cuales se compone:
- Deseo: En este momento, se coloca la energía en encontrar a alguien interesante entre un amplia variedad de personas.
- Amor romántico: El amor romántico permite dirigir la energía hacia una única persona. En otras palabras, facilita formar una relación con la persona elegida. Una característica del amor romántico es que no requiere de elevado tiempo para aparecer, ya que, puede activarse muy rápido.
- Apego: Ayuda a permanecer con esa persona elegida a lo largo del tiempo. Al contrario que en el amor romántico, los circuitos cerebrales del apego requieren de tiempo para establecerse. Entre otras cosas, para que se desarrolle el apego necesitamos conocer bien a la persona, sin la idealización que acompaña al amor romántico. Normalmente, la región cerebral involucrada en el apego se activa en torno a los 17 meses.
De los 3 circuitos cerebrales mencionados, desarrollaremos el del amor romántico, también llamado enamoramiento.
Características del amor romántico
Helen Fisher, destaca algunas características presentes en el amor romántico, las cuales, permiten tener una visión general de lo que ocurre en esta etapa:
- Todo en esa persona es especial, único y diferente. En otras palabras, se percibe al otro lejos de lo ordinario y común.
- La atención se encuentra muy centrada en esa persona. Sin embargo, dicha atención se encuentra sesgada, ya que, está dirigida a los aspectos positivos que se perciben en el otro. No obstante, sí se detectan los negativos, solo que en la etapa de amor romántico, carecen de tanta importancia.
- Cuando se está en la etapa de amor romántico, la persona siente abundante energía. Por ejemplo, es habitual que se altere el sueño y, sin embargo, no exprese cansancio durante el día.
- Las emociones de todo lo vinculado a esa persona se vivencian con elevada intensidad, lo cual, tiende a generar labilidad emocional. Por ejemplo, cuando esa persona me dice para vernos siento una alegría intensa. En cambio, cuando ocurre algo que me disgusta, la tristeza que siento es muy invasiva.
- Se perciben síntomas somáticos cuando se piensa en esa persona o se comparte tiempo con ella. Por ejemplo, son habituales la taquicardia, sudoración, temblores, boca seca,…
- La actividad en la región prefrontal se ve alterada. Esta región del cerebro se encarga, entre otras cosas, de las funciones ejecutivas, la planificación, toma de decisiones, etc. Como consecuencia, facilita las conductas impulsivas y dificulta la reflexión. Algo habitual de esta etapa es llevar a cabo conductas sin evaluar convenientemente los riesgos asociados a las mismas. Por ejemplo, tener hijos, comprar una casa, etc.
Los 3 rasgos del amor romántico
De todas las características planteadas en el punto anterior, Fisher elabora 3 grupos que permiten sintetizar qué ocurre en la etapa de enamoramiento.
- Obsesión: Pensar constantemente en esa persona.
- Conexión emocional: Deseo de compartir tiempo y experiencias con él o ella.
- Motivación para la conquista.
¿Existe el amor a primera vista?
Para la neurobióloga es posible el llamado amor a primera vista y lo explica a partir de los resultados de sus estudios.
Plantea que todos vamos formando a lo largo de nuestra vida el denominado «mapa del amor». El cual, está compuesto por los rasgos y características que queremos estén presentes en nuestra futura pareja.
Cuando aparece una persona que reúne los requisitos presentes en ese mapa, se activa el circuito cerebral del amor romántico. El cuál, como se ha señalado antes, no requiere de un periodo de tiempo para activarse, ya que, puede ser instantáneo. En ese momento, la persona se siente enamorada.
Por lo tanto, el amor a primera vista, para Fisher, se explicaría desde el circuito cerebral del amor romántico.
¿De qué depende la elección de pareja?
Tendemos a enamorarnos de alguien a quien percibimos semejante a nosotros. Con esto, Fisher respalda lo validado por múltiples investigaciones.
Te puede interesar ▶ https://psicologosaldama.com/los-polos-opuestos-se-atraen-mito-o-realidad
Sin embargo, la neurobióloga se interesó por ver si existían aspectos biológicos que podían subyacer a esta elección. Si químicamente unas personas nos atraen más que otras.
En su investigación, encontró lo que denominó como 4 personalidades. No obstante, indica que estas 4 personalidades no deben ser entendidas como parcelas separadas. Al contrario, todos expresamos estas características, solo que en diferentes grados.
- Exploradores: Presentan elevados niveles de dopamina. Son personas curiosas, creativas, enérgicas, espontáneas y con flexibilidad cognitiva. Buscan a parejas que pertenezcan al mismo grupo de alta dopamina.
- Constructores: En este caso, tienen elevados niveles de serotonina. Son personas tradicionales, convencionales, siguen normas, les gusta la rutina, planificar… Como en el grupo anterior, se sienten atraídas entre sí.
- Directores: Perfiles con alta testosterona. Son analíticos, lógicos, tenaces y escépticos. Les interesan las personas del tipo estrógenos altos.
- Negociadores: Elevado nivel de estrógenos. Son personas negociadoras, con imaginación, cariñosas, piensan a largo plazo, saben leer bien el lenguaje no verbal en otros, confían más y expresan sus emociones. Se decantan por el tipo de testosterona alta.
Bibliografía
Fisher, H. E., Aron, A., Mashek, D., Li, H., & Brown, L. (2002 ). Sistemas cerebrales de Lujuria, Atracción y Apego.
Fisher, H. E. (2020). ‘¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos enamoramos? Aprendemos Juntos BBVA