La convivencia en pareja presenta, en muchas ocasiones, dificultades y conflictos que no se habían manifestado previamente en la relación.
Es un error pensar tanto que no tiene solución, como que no está en nuestras manos el solventar estas diferencias. Ambos miembros de la pareja, deben poner el corazón y la cabeza a trabajar, cuando este tipo de situaciones acontecen. El corazón, porque hay que volver al origen, a lo que les hizo elegirse mutuamente; la cabeza, porque se deben poner en marcha estrategias adecuadas para gestionar la situación.
Comunicarse, y lo que es más importante, saber comunicarse correctamente con la otra persona, es un aspecto fundamental a la hora de manejar los conflictos. En consulta, es frecuente encontrarse con parejas que no dialogan para llegar a un acuerdo, si no que discuten para que su opinión personal impere. El problema de esto, es que cuando perdemos de vista el concepto de equipo, iniciamos batallas que quizás quisiéramos no haber ganado.
Las 7 reglas de oro para una buena convivencia en pareja
Enrique Rojas, reconocido psiquiatra Español, expone siete pautas básicas, que conforman lo que él denomina “la alquimia del amor”:
- Cuidar los pequeños detalles del día a día. Dar un beso de buenos días, llamar a tu pareja por teléfono y preguntarle qué tal lleva la mañana,…son aspectos con un gran valor que hacen la vida más agradable
- Los problemas que hayan surgido en vuestra relación hasta la fecha, no deben ser sacados a la palestra en momentos de tensión. Es importante aprender a gestionar correctamente las heridas del pasado; si se decidió perdonar, no es recomendable remover en esa herida.
- Evitar discutir de manera innecesaria. Muy relacionado con el primer punto. Esto no significa el que no pueda haber desacuerdos, y si los hay, que no se deban hablar. Pero es importante cuidar que esas discusiones no sean debates que no conducen a ningún lugar.
- Aprender a hablar con nuestra pareja con respeto y eficacia. Cuidar el lenguaje verbal (lo que decimos) y el no verbal (cómo lo decimos).
- Lograr una sexualidad positiva. El que las relaciones sexuales funcionen es fruto de aprendizajes sucesivos en la pareja.
- Trabajar en la relación, esforzarse por hacer que dure y no rendirnos cuando aparecen dificultades.
- Elaborar una filosofía de vida común.
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