El Trastorno Depresivo constituye una de las principales problemáticas de salud pública global y exige una comprensión precisa y un abordaje terapéutico especializado. En Psicólogos Aldama, reconocemos que el conocimiento científico y la intervención clínica fundamentada son esenciales para mitigar el impacto de esta patología.
Este artículo tiene como objetivo proporcionar un análisis exhaustivo de la depresión a partir de los último datos publicados por la OMS este 2025, desde su conceptualización clínica hasta la tipología de sus episodios y las estrategias de gestión sintomatológica.
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Datos estadísticos sobre del Trastorno Depresivo
El Trastorno Depresivo se define como una alteración mental común caracterizada por un estado de ánimo persistentemente deprimido o una marcada anhedonia (pérdida de placer o interés en las actividades) mantenida durante periodos prolongados. Esta condición difiere significativamente de las fluctuaciones emocionales cotidianas y tiene el potencial de perjudicar gravemente a todas las esferas de la vida del individuo: personal, social, laboral y académica.
Últimos datos sobre la Depresión (OMS,2025):
La magnitud del TD subraya la necesidad de recursos de salud mental especializados:
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Prevalencia Global: Se estima que 332 millones de personas a nivel mundial padecen depresión.
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Estimación Poblacional: La prevalencia global se sitúa en torno al 4% de la población, afectando al 5,7% de los adultos (con un 4,6% en hombres y un 6,9% en mujeres) y al 5,9% de los adultos mayores de 70 años.
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Disparidad de Género: La depresión es aproximadamente 1,5 veces más frecuente en mujeres que en hombres. Además, se observa que más del 10% de las mujeres gestantes y puérperas experimentan síntomas depresivos.
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Consecuencias Críticas: En 2021, se registraron 727.000 fallecimientos por suicidio. Posicionándose el suicidio como la tercera causa principal de muerte en el grupo de edades entre los 15 y 29 años.
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Acceso a Tratamiento: Solo aproximadamente un tercio de los afectados en países de altos ingresos, accede a un tratamiento de salud mental.
| Prevalencia Global | Se estima que el 5,7% de los adultos a nivel mundial sufre depresión. |
| Diferencia de Género | Más mujeres se ven afectadas por la depresión que los hombres. |
| Riesgo Máximo | La depresión puede ser un factor subyacente que lleve al suicidio. |
| Tratamiento | Existe un tratamiento eficaz disponible para la depresión en sus niveles leve, moderado y grave. |
Criterios Diagnósticos y Tipos de Episodios Depresivos
Un episodio depresivo se diagnostica cuando los síntomas se manifiestan de forma constante, casi todos los días, durante al menos dos semanas. La gravedad del episodio (leve, moderado o grave) se determina por el número y la intensidad de los síntomas, así como por el deterioro funcional que experimenta el paciente.
Otros síntomas de la persona con Depresión
Los síntomas centrales del Trastorno Depresivo son el ánimo deprimido y/o la anhedonia (incapacidad para experimentar placer). Estos se complementan con un conjunto de manifestaciones que impactan diversas funciones fisiológicas y cognitivas:
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Alteraciones Psicomotoras y Energéticas: La fatiga constante (astenia) y la disminución de la energía son habituales. Por ejemplo, un paciente puede reportar una dificultad extrema para levantarse de la cama por la mañana, incluso después de un descanso prolongado, y sentir que «cualquier tarea requiere un esfuerzo inmenso».
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Disfunción Cognitiva: Se observan dificultades en las funciones ejecutivas, manifestado como baja concentración, dificultades significativas en la toma de decisiones y una autoestima profundamente disminuida. Por ejemplo, un profesional puede ser incapaz de mantener el foco en la lectura de un informe o dudar excesivamente al realizar tareas sencillas que antes ejecutaba sin esfuerzo.
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Alteraciones Neurovegetativas: Incluyen cambios en los patrones biológicos esenciales, tales como alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia) y variaciones significativas en el apetito o el peso corporal. Por ejemplo, un paciente puede experimentar un despertar precoz a las 3:00 AM sin poder conciliar el sueño o una pérdida de peso de más del 5% sin haber realizado una dieta.
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Contenido ideativo: La esfera del pensamiento se caracteriza por sentimientos de culpa excesiva o inapropiada, desesperanza con respecto al futuro y, en los cuadros más severos, ideación suicida o pensamientos recurrentes sobre la muerte. Por ejemplo, el paciente puede rumiar sobre errores pasados menores, atribuyéndose una responsabilidad desproporcionada por eventos negativos.
3 tipos de episodios depresivos
La comprensión del curso temporal del trastorno es vital para el manejo terapéutico y el pronóstico a largo plazo. Clínicamente, se distinguen los siguientes tipos y patrones de episodios:
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Trastorno Depresivo de Episodio Único: Hace referencia a la primera y única ocurrencia de un episodio depresivo mayor en la historia clínica del paciente.
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Trastorno Depresivo Recurrente: Se diagnostica cuando el paciente presenta una historia clínica de dos o más episodios depresivos previos, separados por períodos de remisión.
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Trastorno Bipolar (Fase Depresiva): En este patrón, los episodios depresivos se alternan con periodos de sintomatología maníaca o hipomaníaca. La manía incluye síntomas como euforia o irritabilidad patológicas, aumento notable de la actividad o la energía, pensamiento acelerado y disminución de la necesidad de dormir.
Etiología Multifactorial: Entendiendo las Causas de la Depresión
La génesis de la depresión es el resultado de una interacción compleja de factores sociales, psicológicos y biológicos. La OMS sugiere que la exposición a eventos adversos vitales (pérdidas significativas, trauma, desempleo) confiere una mayor vulnerabilidad. Cabe destacar la íntima conexión bidireccional entre la depresión y la salud física; factores de riesgo depresivos (ej. inactividad física, consumo nocivo de alcohol) son también factores de riesgo para patologías como cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Estrategias de Autocuidado y manejo de síntomas
El autocuidado constituye un componente coadyuvante esencial en el plan de tratamiento global para la depresión, facilitando la mitigación de los síntomas y la promoción de un bienestar integral. Estas estrategias están diseñadas para apoyar la intervención profesional y fomentar la resiliencia personal.
¿Qué puedo hacer si sufro Depresión?
La implementación consciente y estructurada de hábitos saludables puede impactar positivamente el curso del trastorno:
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Mantenimiento de Actividades Agradables (Activación Conductual): La depresión se caracteriza por la anhedonia y el retraimiento. Fomentar la participación en actividades que históricamente han sido percibidas como placenteras es crucial para reactivar los circuitos de recompensa. Por ejemplo, si la persona disfrutaba de la lectura o de paseos al aire libre antes de la aparición del episodio, se recomienda establecer horarios fijos (aunque sean breves) para retomar estas actividades, incluso si inicialmente no se experimenta placer.
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Conexión Social y Apoyo: El aislamiento social es un factor de riesgo y un síntoma de la depresión. Preservar la vinculación activa con el entorno familiar, amigos o la comunidad actúa como un factor protector y facilita el acceso al soporte emocional. Por ejemplo, limitar la tendencia al autoaislamiento y aceptar invitaciones sociales sencillas (ej. tomar un café), incluso si se requiere un esfuerzo significativo para asistir.
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Higiene de Sueño y Dieta: El mantenimiento de patrones biológicos regulares es fundamental para estabilizar el estado de ánimo. Las alteraciones neurovegetativas (sueño, apetito) deben abordarse mediante rutinas consistentes. Por ejemplo, mantener un horario de sueño constante (acostarse y levantarse a la misma hora diariamente) y asegurar una ingesta nutricional equilibrada minimiza la fatiga y las fluctuaciones anímicas relacionadas con la bioquímica corporal.
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Abstinencia de Sustancias: El consumo de alcohol y drogas ilícitas puede exacerbar los síntomas depresivos y reducir la eficacia de la medicación y la terapia. Se recomienda evitar o reducir drásticamente su ingesta. Por ejemplo, el alcohol, siendo un depresor del sistema nervioso central, puede inducir o intensificar la tristeza y la desesperanza temporalmente, complicando el proceso de recuperación.
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Búsqueda de Asistencia y Comunicación: La apertura para dialogar sobre los sentimientos y dificultades con personas de confianza o, preferentemente, con un profesional sanitario, es un acto de autocuidado vital. Por ejemplo, agendar una consulta de seguimiento con el psicólogo en lugar de manejar una crisis emocional en solitario.
Psicólogos Aldama, expertos en Psicoterapia para la Depresión

En Psicólogos Aldama, centro de referencia en Bilbao, nos especializamos en la evaluación, diagnóstico y tratamiento del Trastorno Depresivo, una patología mental de alta prevalencia que requiere una intervención profesional rigurosa. Si su objetivo es encontrar psicólogos para tratar la depresión en Bilbao, nuestra metodología se basa en la evidencia científica y la atención personalizada.
En Psicólogos Aldama en Bilbao, estamos comprometidos con la excelencia clínica en el tratamiento de la depresión. Si requiere una evaluación o desea iniciar un proceso terapéutico basado en la evidencia, le invitamos a contactar con nuestro equipo.
Bibliografía
Organización Mundial de la Salud. (2025, agosto). Trastorno depresivo (depresión). Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/depression




